Palabra hecha poesía

"Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida mata"

(Vicente Huidobro, Arte Poética)

¿Para qué detenernos en la poesía, si ya nadie la lee... si es aburrida o, en todo caso, muy difícil de entender...? En realidad, podríamos plantear la cuestión desde otro punto de vista. La vida, nuestra vida, está llena de cosas que impresionan y despiertan la sensibilidad: una canción, la enfermedad de un familiar, la soledad, el primer amor, la muerte de un ser querido... Este portal, precisamente está destinado a todos aquellos que todavía tienen la capacidad de emocionarse o indignarse y quieren comunicar a los demás dejando este tesimonio escrito. Porque esta es una actitud poética: descubrir una vivencia, resignificarla a través de la experiencia y apropiarse de ella, trasladándola a otro contexto.

El lenguaje poético que, muchas veces, parece inalcanzable, comenzó siendo un juego, una forma particular de traducir la realidad. Nació de transgresiones a lo convencional y anduvo muchos caminos, pero siempre privilegió la palabra por su significado y su sonoridad. Muchos se preguntan ¿Hay palabras poéticas y no poéticas? Y si es así, ¿Quién le otorga la patente de voces literarias? ¿O acaso todo depende del uso de las palabras?

Este portal tiene, entonces, como protagonista esencial la palabra poética, que es capaz de incurrir en numerosas contravenciones y rebelarse contra el poeta que la persigue, y también contra el lenguaje común que pretende restringir su significado.

La Montaña

La Montaña fue la mas difícil
era muy dificil de subir,
pero más dificil de bajar
por el miedo que daba al mirar

La gente yendo como un rayo
gente cayendo, gente riendo
todos estaban nerviosos
al ver lo empinada que era la montaña

La gente que caia se levantaba,
pero la gente que la terminaba
eran denominados Heroes.
Los heroes de la montaña empinada

Cada vez había más gente
Cada vez la bajaban mas veces
Cada vez la adrenalina fluía
Cada vez que bajaban la montaña

Las ruedas giraban
Y a la vez todos miraban
A 90km/h bajaban
Rogando a que un carro no los matara

La montaña llegaba asta el cielo.
La gente se caía, y a la vez se levantaba.
Al bajar sentía como un vacio en su interior.
Y en la meta, todo acabo.
Esa montaña... Fue la elevación de mis sentimientos.

Bruno Quesada -5A- N°23

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