Palabra hecha poesía

"Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida mata"

(Vicente Huidobro, Arte Poética)

¿Para qué detenernos en la poesía, si ya nadie la lee... si es aburrida o, en todo caso, muy difícil de entender...? En realidad, podríamos plantear la cuestión desde otro punto de vista. La vida, nuestra vida, está llena de cosas que impresionan y despiertan la sensibilidad: una canción, la enfermedad de un familiar, la soledad, el primer amor, la muerte de un ser querido... Este portal, precisamente está destinado a todos aquellos que todavía tienen la capacidad de emocionarse o indignarse y quieren comunicar a los demás dejando este tesimonio escrito. Porque esta es una actitud poética: descubrir una vivencia, resignificarla a través de la experiencia y apropiarse de ella, trasladándola a otro contexto.

El lenguaje poético que, muchas veces, parece inalcanzable, comenzó siendo un juego, una forma particular de traducir la realidad. Nació de transgresiones a lo convencional y anduvo muchos caminos, pero siempre privilegió la palabra por su significado y su sonoridad. Muchos se preguntan ¿Hay palabras poéticas y no poéticas? Y si es así, ¿Quién le otorga la patente de voces literarias? ¿O acaso todo depende del uso de las palabras?

Este portal tiene, entonces, como protagonista esencial la palabra poética, que es capaz de incurrir en numerosas contravenciones y rebelarse contra el poeta que la persigue, y también contra el lenguaje común que pretende restringir su significado.

Conversación con Nubes

Blanca nube
que en el cielo estás,
que gris te pones
cuando ¡oh juguetona!,
me quieres mojar.

Nube blanqui-celeste cual abstracta pintura
sombra tú me das
al opacar al sol
con tus interminables figuras.

Si todo ya lo has visto,
si tanto ya has visto
¡que más te puedo decir,
que más te puedo contar,
que más te diré!

Suave nube, tu eres el mullido diván de los dioses
eres los blancos jardines del firmamento.

¿Por qué tu delicada belleza está tan cerca, pero a la vez tan lejos?
¿Por qué si estás feliz, de pronto te tornas triste
y caen sobre mi
tus gotas de tristeza?

Nube, bostezo de los ángeles,
nube de blanco tan puro como las nieves del ártico
testigo de las penas y desdichas del mundo.

Eloy Ruiz -5A- Nº24

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