Es tan grande el ruido alrededor
Que dentro no hay lugar para el silencio
Como afilados hielos devoran mis entrañas
Huir es imposible, detenerlos doloroso.
Un estruendoso susurro rondó por mi mente
Abandonarlo todo, no mirar atrás
¡Cobarde! ¡Cobarde!
Mis ojos se humedecen cual lima en invierno.
Termina la noche, y el padre de faetón hace su ingreso
Me alejo de todo, me olvido de todos
Entre extraños conocidos regreso a la arena
Esta vez las navajas no penetraran el peto.
Y los incansables brazos del reloj
Seguirán su interminable y circular movimiento
Como si nada hubiera sucedido, como si nada importara
Y tras el adiós no será recordada,
La oscura noche en que se tiño el alma.
Que dentro no hay lugar para el silencio
Como afilados hielos devoran mis entrañas
Huir es imposible, detenerlos doloroso.
Un estruendoso susurro rondó por mi mente
Abandonarlo todo, no mirar atrás
¡Cobarde! ¡Cobarde!
Mis ojos se humedecen cual lima en invierno.
Termina la noche, y el padre de faetón hace su ingreso
Me alejo de todo, me olvido de todos
Entre extraños conocidos regreso a la arena
Esta vez las navajas no penetraran el peto.
Y los incansables brazos del reloj
Seguirán su interminable y circular movimiento
Como si nada hubiera sucedido, como si nada importara
Y tras el adiós no será recordada,
La oscura noche en que se tiño el alma.
Gustavo Gonzales -5A- Nº
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