
Abriendo la puerta, hallé frente a mí
Un abismo de sombras por el cual pasé
Caminando entre las sombras en busca de un alma
Finalmente la encontré, mas lo que vi
Me petrificó cual los ojos de medusa
Era el cuerpo de una joven muerta
Pobre chica tan bella y tan dulce
Tan inocente como un pequeño niño
El saber que la parca se la había llevado
Consigo era una tragedia
Aquel espectáculo mi alma dividió
Pues mi mente decía “qué atrocidad”
Era cierto, mas era increíble pensar
Que algo tan horrible fuese tan bello
Pues, aunque era trágico
El cuerpo era bello como un manantial
Un manantial de aguas oscuras
Privado de la esencia de la vida
Sé que lo que digo es una blasfemia
Mas no lo digo por maldad
Pues soy un ser humano
Un noble pecador, y como tal
Siente apego por lo que es bello.
Richard Córdova -5A- Nº 06
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